-Estás seguro de lo que dices Gustav? – pregunto Georg un tanto confundido por la propuesta que le había hecho su amigo -claro que si Georg, mira, no tenemos nada que perder, ok será un gran cambio de vida, es demasiado obvio que la disquera no nos quiere en otro grupo -hey hey que dices, habías pensado entrar a otro grupo? –contesto algo molesto - claro que no Georg, pero había la posibilidad, ahora yo me iré tu vas o no vas?? - no estoy seguro Gustav, que pensaran Tom Bill? -seguro que a ellos no les importara, están encerrados en el internado recuerdas?? Y ya total si no te gusta pues te regresas, es solo por probar- comento Gustav ya con un tono cansado en su voz -ok está bien, arreglemos todo para largarnos de aquí
Tom y Bill ya habían entrado en la escuela, ahora estaban esperando fuera de la dirección, su abogado estaba arreglando todos los papeles necesarios para lo de su ingreso seguro que no tardaría en salir y entonces se les asignarían habitaciones y se les daría su horario.
Llego un momento en que odiaron estar ahí sentados por que la notica de su llegada se había extendido rápidamente por toda la escuela ocasionando que muchos de los alumnos pasaran por ahí solo para verlos, algunos trataban de ser disimulados, pero había otros que con descaro se paraban los señalaban y se reían.
Después de unos minutos salió su abogado junto con el director
-Muy bien muchachos pues todo está arreglado, bienvenidos a su nuevo hogar –dijo el director en un intento de alegrar a los gemelos -huy sí que felicidad, lo mejor que nos ha pasado en la vida, verdad bill??- comento Tom en un tono sarcástico -sí, seguro que la mejor experiencia de nuestra vida- le siguió Bill usando el mismo tono -basta muchachos, sean educados- dijo el abogado un tanto molesto por la actitud de los dos -bueno ahora buscaremos a la alumna con mejor promedio de la escuela, ella se encargara de llevarlos a su habitación y de mostrarles la escuela… -bueno ya me voy, yo ya no tengo nada que hacer aquí, adiós muchachos, adiós señor director
Y sin más los dejo ahí, al parecer aunque no quisiera demostrarlo, se alegraba de haber arreglado todo ese asunto. Tom y Bill al ver que se iba, repentinamente se sintieron algo abandonados, ya que su abogado era lo último que les quedaba de su anterior vida, y dejarlo ir era como separarse de la única conexión que les quedaba con el exterior.
Salieron de la dirección y empezaron a caminar por los pasillos, que parecían laberintos, daban vueltas por todos lados y si los hicieran volver a la dirección seguro que no sabrían encontrar el camino y es que el lugar en realidad era grandísimo. -bueno ya vamos llegando, seguro que a ustedes les encantara ese lugar, aparte de que Paulina es muy buena en lo que hace…- dijo emocionado el director – quizás ustedes se lleven muy bien con ella y sus amigas ya verán el por que
Al dar vuelta a la derecha en un pasillo empezaron a escuchar música de lo que parecía ser un auditorio y sonaba muy bien, aunque no estaban completamente seguros de que ahí era a donde se dirigían.
Pero su duda quedo contestada segundos después cuando el director los hizo pasar por una puerta, y al abrirse vieron que se trataba de un salón muy grande donde había todo tipo de instrumentos, algunos de ellos nunca los habían visto, bajando unas escaleras en la parte de en medio unas cuantas filas de sillas, y un poco más abajo al final un escenario que aunque pequeño, tenía un buen acomodo y se podía mover bien en el.
-bueno llegamos, y ahí están sus guías- y apunto a un lado del escenario, ahí estaban ellas sentadas en el piso cada quien con un instrumento- dejen voy por ellas
Y diciendo esto dejo a Tom y a Bill a la entrada de ese gran lugar -Y bien que piensas?- pregunto Bill volteando a ver a Tom -Pues no está mal, hasta ahora, aunque la gente si se siguen riendo de nosotros creo que habrá problemas
Se quedaron callados cuando vieron que el director regresaba con Paulina una niña particularmente bonita, cabello largo y buen cuerpo… aunque les causo un poco de asombro ver cómo iba vestida ya que al parecer iba con su piyama, no se les ocurría como alguien en su sano juicio saldría así para ir a la escuela.
-bueno muchachos ella es Paulina – presento el director a los 3 adolecentes – ya le dije donde es su apartamento y ahora mismo va a llevarlos allá, es tarde y supongo que vienen cansados y tienen que desempacar todo, suerte
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